Hoy paseaba en la troca con quema cocos, parquemos la wawa y
le tocamos al loco… bueno no, la camioneta que me prestó la fundación no es la
gran cosa, consume gasolina como si fuera un tanque y vibra más que una
reguetonera Twerkeando, pero dentro de todo saca la chamba. Finalmente tuve la
posibilidad de estar en las tres comunidades en un solo día, lo que me hizo
sentir super productivo… por un rato, hasta que llegué a las juntas que había
organizado la semana anterior y me di cuenta de que casi nadie había asistido.
Al parecer en una de las visitas anteriores a la que no
asistí por andar en Guanajuato fue el analista del fomento al autoempleo de la
secretaría de desarrollo económico, que para mí desgracia es muy sincerote y al
espantó a la mayoría de las personas con proyectos productivos al informarles
que después de un año de trabajar con los recursos de la secretaría estarían
obligados a registrarse en hacienda si querían conservar el equipo que se les
otorgaría en comodato (el comodato es una forma legal de contrato donde el
dueño le concede a otra persona el goce y usufructo de su bien sin beneficio
para sí mismo (usufructo es sacar ganancias pues)).
Cuando llegué a la primera comunidad, Toreador de en Medio, sólo
había tres personas cuando una semana antes habían asistido 15 a la junta.
Cuando les pregunté por qué no habían llegado más personas me dijeron que
muchas se habían desanimado “por eso de darse de alta en hacienda”; En Toreador
todos los proyectos que está trabajando la fundación están propuestos por
mujeres, es un caso especial, ya que si bien Toreador es una comunidad de
muchos migrantes hace un par de años la situación empeoró al perderse un camión
que se dirigía a Estados Unidos. Cuando digo “perderse” es que no se ha sabido
nada del camión o sus pasajeros desde entonces, en ese camión iban más de 40
hombres de esta comunidad. El Instituto de la Mujer ha trabajado mucho en los
últimos años para ayudar a sacar adelante a los hijos de estas mujeres, pero no
pueden vivir de asistencia pública para siempre; es uno de los problemas que ya
saben que no les podemos ayudar.
Me comprometí a llevarles información sobre los requisitos
que lleva darse de alta en hacienda, averiguar cuándo empezarían las
capacitaciones que se les habían prometido, y más cosas sobre los cursos de
música que pronto estarán ejecutándose en la comunidad, además las amenacé con
irlas a buscar a “la doctrina” el sábado por la tarde y que corrieran la voz de
que se necesitaban los CURP de todas para gestionar su capacitación. Después
salí rapidísimo a San Nicolás del Carmen porque se me hacía tarde para mi
siguiente junta. Llegué 10 minutos tarde, y ya me estaban esperando algunas
mujeres afuera de la clínica, donde se realizan las juntas de la fundación al
parecer.
Nuevamente llegó mucho menos gente de la que esperaba,
cuando le pregunté por qué no habían venido más personas me dijeron “No pos es que
muchas se espantaron por lo que dijo el señor del otro día”; nuevamente el
fantasma del analista de desarrollo económico haciéndome quedar mal en mi
trabajo. Recolecté los CURP de las 6 mujeres que fueron y quedé de volver por
más el siguiente lunes.
Esta no es la clínica, pero la verdad nunca he tenido el habito de tomar fotos de lo que hago, así que coloco esta que no tiene nada que ver con el párrafo... pero es en San Nicolás, lo prometo. |
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